martes, 17 de abril de 2018

Barbara Bernardi: gringa nueva



El sueño americano adquiere hoy nuevas fisonomías. El cine dentro del cine nos lo ha mostrado muchas veces (Mulholland Drive, la serie Love, y van… hacia atrás y adelante en el tiempo). A la distancia parecería que hay dos grandes escenarios: Los Angeles (Hollywood desde el cine) y Nueva York (Broadway desde el teatro). Y fue en la Gran Manzana, o Gotham, como la prefieren llamar los locales, que dimos con Bárbara, o mejor dicho Barbara, sin tilde. Primera entrega de cómo es eso de hacerse un lugar lejos de casa desandando el mundo de las audiciones más acá del Star System.



Hace dos años llenó el formulario de migraciones. “Actriz” escribió en el casillero correspondiente. Itinerario con viaje de ida. Buenos Aires-Nueva York. En la capital argentina, Barbara dejaba una incipiente carrera en la actuación: formó parte de la compañía teatral PEST (Peripatetic English Speaking Theatre), dedicada a realizar obras en inglés con subtítulos en español. Con ellos tuvo la suerte de ser Gwendolen Fairfax en La Importancia de Llamarse Ernesto; Miss Casewell en La Ratonera; y Portia en El Mercader de Venecia. Ser parte de estas obras la hizo pensar que no era una locura establecer una carrera a partir de un idioma que no era el suyo nativo. ¿Por qué no?
Apenas llegada a Nueva York Audicionó para estudiar actuación en el conservatorio American Academy of Dramatic Arts. ¡Y quedó! No había sido un desafío menor. Ahí se graduaron actores como Grace Kelly, Robert Redford, Dany DeVitto, Jessica Chastein y Paul Rudd. Con orgullo dice: “Ahora puedo decir que yo también. El año pasado fue mi turno de recibir mi diploma. La ceremonia fue en el teatro Majestic en Broadway, hogar hace diez años del Fantasma de la Opera. Fue un día surreal. Tuve la suerte de que venga mi familia a verme cruzar el escenario; su apoyo significa todo para mí, y poder compartir ese gran momento con ellos fue un recuerdo inolvidable”.

Pero volvamos por un instante a tu Buenos Aires natal, ¿cómo y cuándo comenzó tu vocación por la actuación?
Desde que era chiquita me encantaba hacer obras con mis hermanos. Generalmente escribíamos algo entre los tres, y después lo montábamos para mis abuelos; ellos eran nuestra audiencia semanal. Cada fin de semana que íbamos a pasar a su casa, hacíamos algún tipo de función. Incluso, cuando tenía 6 años, hicimos un corto de un superhéroe llamado Super Kaki, interpretado por mí. Tenía el look de Rambo, con un bigote muy importante. Lo hacía como un juego. Me transformaba en todos estos personajes que mis hermanos creaban, sin dudar en nada, pasándola bomba. A medida que fui creciendo me di cuenta de que era mucho más que jugar, era el poder convertirme en otra persona, aunque sea por un ratito, y vivir esa historia, dejando de lado a Bárbara, y poniéndome los zapatos de alguien nuevo. Después fui tomando conciencia de que el juego es solo una parte de esto. Cada vez que tenía la chance de actuar, sea en la escuela, por medio de talleres, o mismo cuando tuve la suerte de formar parte del grupo teatral PEST, yo sentía que estaba realizando mi pasión.

¿Cuál fue tu primer trabajo en Nueva York?
Fue para un festival de obras cortas que se llamó The Thalia Festival. Eran todas obras cortas escritas por mujeres, solo personajes mujeres, y dirigido por una mujer; fue como un gran acontecimiento. Al ser varias obras, tuve la oportunidad de conocer a muchas actrices de todas partes del mundo. Fue una gran experiencia, porque aprendí a cómo es trabajar “en el mundo real”, y no desde la comodidad que tenía en el conservatorio, donde las dos obras que hice abiertas al público fueron calidad Off-Broadway. Mi primer trabajo pago como actriz fue para un comercial de la cerveza Bud Light. Era un especial para Halloween, todos estábamos disfrazados de zombies, y tuvimos que tomar el subte a diferentes lados de Nueva York, mientras teníamos botellas o latas de la marca. Fue muy divertido interactuar con la gente, ver las reacciones de los pasajeros.

(En Baltimore, de Kirsten Greenidge).


¿Cómo es el proceso de audición?
Para audicionar hay varias formas, pero las principales son conseguir audiciones por tu cuenta o por medio de un agente. Los agentes, además, consiguen pruebas para las productoras y canales de TV, así que siempre es bueno tener uno.

¿Ser extranjera es un impedimento a la hora de dar una prueba?
Se complica un poco, ya que muchas productoras y canales de televisión solo contratan gente que es ciudadano del país o que tengan una Green Card; por ende es un golpe de suerte si un agente te quiere representar. No obstante, tengo conocidos inmigrantes que lograron conseguir agentes, es todo cuestión de que alguien crea en vos y tu potencial.
Yo audiciono por medio de una página web que se llama Backstage. Allí se postean audiciones de todo tipo: teatro (Broadway, Off Broadway y Off Off Broadway), cine independiente, cortos, series web y tv. Entro a la página todos los días, y aplicó para varias audiciones. Todo lo que conseguí fue por medio de esta página web, que usan casi todo los actores, incluso los que tienen agente, porque es un gran medio para audicionar para teatro.

(Headshot, o imagen de presentación para las audiciones).

¿Qué consejo les darías a todos los actores que comienzan?
Nunca bajen los brazos. Muchas puertas se cierran, y mucha gente dice que no, pero hay que seguir intentando, porque alguien va a gustarle lo que haces, y alguien va a querer trabajar con vos; y cuando eso sucede, es el mejor sentimiento del mundo. Hay días que son más difíciles que otros, pero no importa lo que pase si esta es tu vocación.

Trailer:
(Continuará).