El sueño americano adquiere hoy nuevas
fisonomías. El cine dentro del cine nos lo ha mostrado muchas veces (Mulholland
Drive, la serie Love, y van… hacia atrás y adelante en el tiempo). A la
distancia parecería que hay dos grandes escenarios: Los Angeles (Hollywood
desde el cine) y Nueva York (Broadway desde el teatro). Y fue en la Gran Manzana, o Gotham, como la prefieren llamar los locales, que dimos con
Bárbara, o mejor dicho Barbara, sin tilde. Primera entrega de cómo es eso de hacerse un lugar lejos de casa
desandando el mundo de las audiciones más acá del Star System.
Hace dos años llenó el formulario de
migraciones. “Actriz” escribió en el casillero correspondiente. Itinerario con
viaje de ida. Buenos Aires-Nueva York. En la capital argentina, Barbara
dejaba una incipiente carrera en la actuación: formó parte de la compañía
teatral PEST (Peripatetic English Speaking Theatre), dedicada a realizar obras
en inglés con subtítulos en español. Con ellos tuvo la suerte de ser Gwendolen
Fairfax en La Importancia de Llamarse Ernesto; Miss Casewell en La Ratonera; y
Portia en El Mercader de Venecia. Ser parte de estas obras la hizo pensar que
no era una locura establecer una carrera a partir de un idioma que no era el
suyo nativo. ¿Por qué no?
Apenas llegada a Nueva York Audicionó para
estudiar actuación en el conservatorio American Academy of Dramatic Arts. ¡Y
quedó! No había sido un desafío menor. Ahí se graduaron actores como Grace
Kelly, Robert Redford, Dany DeVitto, Jessica Chastein y Paul Rudd. Con orgullo
dice: “Ahora puedo decir que yo también. El año pasado fue mi turno de recibir
mi diploma. La ceremonia fue en el teatro Majestic en Broadway, hogar hace diez
años del Fantasma de la Opera. Fue un día surreal. Tuve la suerte de que venga
mi familia a verme cruzar el escenario; su apoyo significa todo para mí, y
poder compartir ese gran momento con ellos fue un recuerdo inolvidable”.
Pero
volvamos por un instante a tu Buenos Aires natal, ¿cómo y cuándo comenzó tu
vocación por la actuación?
Desde que era chiquita me encantaba
hacer obras con mis hermanos. Generalmente escribíamos algo entre los tres, y
después lo montábamos para mis abuelos; ellos eran nuestra audiencia semanal.
Cada fin de semana que íbamos a pasar a su casa, hacíamos algún tipo de
función. Incluso, cuando tenía 6 años, hicimos un corto de un superhéroe
llamado Super Kaki, interpretado por mí. Tenía el look de Rambo, con un bigote
muy importante. Lo hacía como un juego. Me transformaba en todos estos
personajes que mis hermanos creaban, sin dudar en nada, pasándola bomba. A
medida que fui creciendo me di cuenta de que era mucho más que jugar, era el
poder convertirme en otra persona, aunque sea por un ratito, y vivir esa
historia, dejando de lado a Bárbara, y poniéndome los zapatos de alguien nuevo.
Después fui tomando conciencia de que el juego es solo una parte de esto. Cada
vez que tenía la chance de actuar, sea en la escuela, por medio de talleres, o
mismo cuando tuve la suerte de formar parte del grupo teatral PEST, yo sentía
que estaba realizando mi pasión.
¿Cuál
fue tu primer trabajo en Nueva York?
Fue para un festival de obras cortas que
se llamó The Thalia Festival. Eran todas obras cortas escritas por mujeres,
solo personajes mujeres, y dirigido por una mujer; fue como un gran
acontecimiento. Al ser varias obras, tuve la oportunidad de conocer a muchas
actrices de todas partes del mundo. Fue una gran experiencia, porque aprendí a
cómo es trabajar “en el mundo real”, y no desde la comodidad que tenía en el
conservatorio, donde las dos obras que hice abiertas al público fueron calidad
Off-Broadway. Mi primer trabajo pago como actriz fue para un comercial de la
cerveza Bud Light. Era un especial para Halloween, todos estábamos disfrazados
de zombies, y tuvimos que tomar el subte a diferentes lados de Nueva York,
mientras teníamos botellas o latas de la marca. Fue muy divertido interactuar
con la gente, ver las reacciones de los pasajeros.
(En Baltimore, de Kirsten Greenidge).
¿Cómo
es el proceso de audición?
Para audicionar hay varias formas, pero
las principales son conseguir audiciones por tu cuenta o por medio de un
agente. Los agentes, además, consiguen pruebas para las productoras y canales
de TV, así que siempre es bueno tener uno.
¿Ser
extranjera es un impedimento a la hora de dar una prueba?
Se complica un poco, ya que muchas
productoras y canales de televisión solo contratan gente que es ciudadano del país
o que tengan una Green Card; por ende es un golpe de suerte si un agente te
quiere representar. No obstante, tengo conocidos inmigrantes que lograron
conseguir agentes, es todo cuestión de que alguien crea en vos y tu potencial.
Yo audiciono por medio de una página web
que se llama Backstage. Allí se postean audiciones de todo tipo: teatro
(Broadway, Off Broadway y Off Off Broadway), cine independiente, cortos, series
web y tv. Entro a la página todos los días, y aplicó para varias audiciones.
Todo lo que conseguí fue por medio de esta página web, que usan casi todo los
actores, incluso los que tienen agente, porque es un gran medio para audicionar
para teatro.
(Headshot, o imagen de presentación para las audiciones).
¿Qué
consejo les darías a todos los actores que comienzan?
Nunca bajen los brazos. Muchas puertas
se cierran, y mucha gente dice que no, pero hay que seguir intentando, porque
alguien va a gustarle lo que haces, y alguien va a querer trabajar con vos; y
cuando eso sucede, es el mejor sentimiento del mundo. Hay días que son más
difíciles que otros, pero no importa lo que pase si esta es tu vocación.
Trailer:
(Continuará).